Vivir en #modojapi significa vivir en equilibrio, con conciencia, intención y alegría. Es un estilo de vida donde las decisiones se toman desde la autenticidad y la responsabilidad emocional. Y dos conceptos japoneses, poco conocidos, pero profundamente transformadores, nos abren la puerta a esa forma de vivir: el ikigai y el shimei. Juntos, funcionan como una brújula interna que nos ayuda a encontrar propósito, claridad y plenitud en un mundo que suele empujarnos hacia el ruido, la prisa y la desconexión.
En una sociedad que se reinventa constantemente, donde las exigencias aumentan y los retos emocionales se multiplican, es natural preguntarnos: ¿Qué le da sentido a mi vida? ¿Cuál es mi misión? ¿Por qué hago lo que hago? Parecen preguntas abstractas, pero como las respondemos determina nuestra salud emocional, nuestras relaciones, nuestro desempeño profesional y nuestro nivel de felicidad.
Por eso, entender ikigai y shimei no es un ejercicio filosófico, es un acto de bienestar.
Ikigai: la razón por la que te levantas cada día
El concepto de ikigai se ha vuelto popular en los últimos años, pero su profundidad va mucho más allá de un diagrama bonito. En japonés, significa “razón de ser”, y representa ese punto donde cuatro elementos esenciales de la vida se encuentran:
Lo que amas
Lo que sabes hacer bien
Lo que el mundo necesita
Aquello por lo que pueden pagarte
Cuando una persona descubre su ikigai, siente que su vida tiene sentido. No necesariamente implica perfección ni ausencia de dificultades; más bien, es una sensación de plena coherencia interna. El ikigai te conecta con la parte más auténtica de ti y te recuerda que tu valor no proviene solo de tus logros, sino de lo que aportas desde tu esencia.
Vivir alineado con tu ikigai genera bienestar porque reduce la incertidumbre, ilumina tus decisiones y ordena tus prioridades. Te permite entender por qué un día se siente ligero y otro se siente pesado. Cuando estás en tu ikigai, incluso el cansancio duele menos, y los retos se convierten en oportunidades de crecimiento.
Shimei: la misión que eliges cumplir en el mundo
Si el ikigai es tu motor interno, el shimei es el camino externo por el que eliges avanzar. La palabra significa «misión» o “encargo”. No es lo que te gusta: es lo que sientes que debes hacer. Es el compromiso con el impacto que quieres dejar.
El shimei está profundamente ligado a la responsabilidad emocional y a la conciencia de que nuestras acciones afectan a otros. Es el llamado que nos impulsa a ser mejores seres humanos, no por reconocimiento, sino por convicción.
En un mundo donde cada día vemos más conflictos personales, laborales, familiares y de pareja, el shimei nos recuerda que todos tenemos un rol en la armonía colectiva. Nos invita a ser conscientes de cómo nuestras palabras, decisiones y emociones influyen en las vidas que tocamos. Es la invitación a dejar huella, a aportar, a contribuir.
Cuando una persona vive desde su shimei, vive desde la integridad.
Ikigai + Shimei: el equilibrio perfecto
Aunque se pueden entender por separado, la magia ocurre cuando los unimos:
El ikigai te conecta contigo – El shimei te conecta con el mundo.
Juntos, crean un equilibrio entre bienestar y propósito, entre satisfacción personal e impacto colectivo. Uno te da alegría; el otro, dirección.
Y es esa combinación la que nos lleva a vivir en #modojapi: una vida con sentido, propósito, coherencia y bienestar emocional.
El llamado a la conciencia emocional
Hoy más que nunca, necesitamos relaciones más honestas, más equilibradas, más conscientes. Las parejas, las familias, los equipos de trabajo y las amistades demandan algo que no siempre sabemos nombrar: presencia emocional responsable.
El ikigai nos ayuda a encontrar quiénes somos.
El shimei nos ayuda a decidir quiénes elegimos ser para otros.
Si cultivamos estos dos pilares, dejamos de vivir en piloto automático y comenzamos a actuar desde la intención. Dejamos de soportar y empezamos a comprender. Dejamos de reaccionar y comenzamos a responder. Dejamos de sobrevivir y aprendemos a vivir.
Un mensaje final para el mundo
Si cada persona fuera consciente de su lugar en la vida de los demás, y si más allá de cómo se comporten los otros eligiéramos siempre actuar desde lo mejor de nosotros, el mundo sería radicalmente distinto. Sería un lugar más amable, más justo, más humano, un lugar más feliz.
Ese es, en esencia, el llamado del ikigai y el shimei, es decir, ese es el centro o el corazón que nos permite vivir en #modojapi.
Coach de bienestar, felicidad
Gracias por leerme…