Boquete, Panamá. En lo más alto del Cerro La Cruz, nació —en medio del silencio de la pandemia de 2020— un lugar que hoy vibra con vida, color y esperanza. Se llama Eco Parque La Cruz, y más que un parque, es un pequeño universo de alegría y conexión con la naturaleza donde cada sendero cuenta una historia, cada rincón inspira paz y
cada visitante se lleva un recuerdo luminoso.
Son cuatro hectáreas de actividades para disfrutar en familia: desde caminar por los Senderos La Paz y el de la Luna y las Estrellas, hechos a mano con paciencia y amor, hasta contemplar el imponente símbolo que da nombre al lugar: una cruz
de casi nueve metros de altura, cuya primera versión —según cuentan— se levantó con dos palitos en 1958 y solo se iluminaba en Semana Santa y Navidad.
Hoy brilla todo el año, como faro espiritual y emblema de esperanza. Pero La Cruz no es solo un sitio para rezar o contemplar: es un espacio vivo, inclusivo y pet friendly, donde los niños corren libres, los jubilados encuentran descanso, y las familias disfrutan de un día completo por apenas $25 los adultos y $15 los niños (los menores de 3 años no pagan). En su corazón laten la Cafetería “Cielito Lindo”, el Expo Market artesanal, y una agenda que no se detiene: bodas,
quinceaños, expos, festivales y rosarios bajo el cielo abierto.
En cada esquina hay arte e historia. El Paseo de los Apóstoles, creación del artista Taboada, invita a recorrer una obra abstracta donde los doce discípulos de Jesús se representan con trazos de modernidad y espiritualidad. Muy cerca, el jardín de
cultivo despliega árboles frutales que perfuman el aire con la promesa de cosechas futuras.
Y cada primer sábado de mes, la comunidad se reúne ante la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Fátima, para elevar un rosario que comenzó en 2022 y ya se ha convertido en tradición.
Con capacidad para 1,500 personas por día, el Eco Parque La Cruz es una invitación a desconectarse del ruido y reconectar con lo esencial. Allí, entre el verde, la fe y las risas, el alma respira y el corazón encuentra su lugar.
Eco Parque La Cruz. Donde la naturaleza se vuelve oración y cada visita, una experiencia para el alma.